Introducción

Cuando decidí exponer mis trabajos digitales, decidí denominarlos en su conjunto como "LA MIRADA PLANA"

La Mirada Plana es un proyecto personal que nace de la necesidad de experimentar, de la curiosidad por las herramientas digitales y de la inquietud y el interés por el pequeño mundo cotidiano de objetos cercanos y silenciosos que llenan nuestras vidas sin que apenas reparemos en ellos.

La Mirada Plana viene a ser un homenaje a todos esos objetos que no merecen nuestra atención, que vemos todos los días sin detenernos a mirarlos. Como el transeúnte que pasa a nuestro lado, inadvertido, casi ignorado, perdido entre la multitud anónima, el objeto doméstico carece de identidad.
Al igual que las personas, los objetos tienen alma y es el alma de cada objeto, aquello que encierra y que no revela, que permanece oculto, lo que me lleva a mirarlo más allá de su aspecto externo.

No se trata de elevar lo cotidiano a la categoría de arte como ocurría con el Arte Povera. Sino de buscar en el objeto cotidiano aquello que no muestra y que posee, a veces contra toda evidencia: una dimensión estética.

El punto de partida puede ser un viejo cubierto oxidado, una bolsa de plástico arrugada, una etiqueta comercial mal arrancada de su envase o la bandeja desechable de algún producto alimentario. Siempre echo un vistazo a las cosas destinadas a ser depositadas en el cubo de la basura. A menudo descubro texturas, pliegues, brillos…
La manipulación física de ese objeto, las superposiciones, las transparencias, la composición, la combinación de los colores, las líneas, todo eso aparece luego. El escalado, la fragmentación, la descontextualización, en suma, contribuyen a crear el efecto sorpresa.

Sorprendentes objetos domésticos.